4+1 vs 3+2

Cuando en España se implantó el Plan Bolonia, con el Gobierno del PSOE, se optó porque las universidades cambiaran sus títulos a la fórmula de 4+1, es decir, cuatro años de grado (240 créditos) más un quinto para el máster (60 créditos, opcional en algunos grados pero obligatorio en otros para ejercer la profesión).

El actual Consejo de Ministros ha aprobado el Decreto de ordenación de los estudios universitarios, el llamado 3+2, el cual permitirá crear grados de tres años, en lugar de los cuatro establecidos en la  actualidad, es decir, disminuirá  la carga lectiva de los grados de240 a 180 créditos (ECTS).

Hay varios motivos por los que la mayoría de la comunidad educativa está en contra de este decreto:

- Devaluación del título de grado: Al reducir el grado en un año,  por lógica, los contenidos también se verán reducidos, lo que supone que, muy posiblemente,  nuestros jóvenes no adquirirán la cualificación necesaria para enfrentarse al mundo laboral, en el que se requiere, en muchos ámbitos, alta cualificación.

Si un alumno/a quiere conseguir estos contenidos que ya no ofrece el grado, no le quedará más remedio que realizar el máster o másteres, que ya realizará de forma voluntaria, y, aquí nos encontramos con otra de las trabas:

Costes elevados de los másteres: Dependiendo de los estudios a realizar, de la universidad  y de la cantidad de créditos necesarios para completar el máster, nos podemos encontrar en una horquilla bastante amplia, por ejemplo, según la publicación de precios públicos para el curso 2014/2015 en la UAM (Universidad Autónoma de Madrid) podemos estar hablando de una horquilla de 2.000-12.000€ por curso de máster. Es obvio que estas cuantías son “inalcanzables” para la mayoría de las familias trabajadoras.

Despido de profesorado universitario: si sumamos  2+2, nos dará 4, es decir, si los grados van a tener un año menos, harán falta menos profesores en nuestras universidades.

Recortes en la financiación: Antes se financiaba públicamente los cinco años que duraban las licenciaturas, ahora se financian los cuatro años de grado, y con la entrada en vigor del nuevo decreto, sólo se financiarán públicamente los tres años del grado, trasladando a las familias el coste de los ya mencionados másteres.

Si, según alegan los rectores,” ni siquiera ha dado tiempo a que termine el primer ciclo (4+1 años) del plan Bolonia y los grados no han sido evaluados”, cabe hacernos la pregunta del millón: ¿ no será ésta una reforma encaminada a la paulatina privatización de las universidades públicas?


Mª Eugenia Lorente (MEL)