lunes, 30 de junio de 2014

Transparencia y participación: pilares de la democracia

Los militantes socialistas nos encontramos ahora inmersos en un periodo francamente interesante y esperanzador. Parece que, por fin, comenzamos a avanzar y a reconstruir un partido en el que todos los militantes se conviertan en un activo dejando de ser meras comparsas a las que se movilizaba exclusivamente en periodos electorales. No tengo ninguna duda de que es un camino difícil y que no está exento de riesgos, incluso involucionistas. Puede suceder que, después de ensayar nuevos métodos más democráticos de gestión interna, se pierdan elecciones. Si así sucede la culpa no será del cómo sino del qué. Si nuestras propuestas no convencen al resto de los votantes, nada se puede hacer salvo tratar de convencer. Lo que debería ser irrenunciable es el método democrático de gestionar el partido.

Puede parecer que este asunto solo atañe a los militantes del PSOE, o como mucho a los simpatizantes. Nada más lejos de la realidad.  La evolución democrática interna que se promueve, y que apenas estamos comenzando a realizar, forzosamente debe reflejarse en el programa del partido. El PSOE debe liderar la necesaria reforma de las instituciones transformando la dinámica negativa actual y apoyándonos en las libertades y la democracia, devolver el poder a su legítimo dueño, los ciudadanos. La participación y la trasparencia deben ser los dos pilares fundamentales en los que se debe basar la actividad política. Y esta afirmación es válida tanto para el gobierno de Europa, de España, de la Comunidad de Madrid o de Miraflores de la Sierra.


lunes, 23 de junio de 2014

La elección del Secretario General del PSOE, una carrera de Obstáculos

Al día siguiente de las elecciones europeas, y a consecuencia de los resultados obtenidos en las mismas, Alfredo Perez Rubalcaba anunciaba su intención de abandonar su puesto como Secretario General del PSOE.

A partir de este momento se abre el proceso de elección del nuevo Secretario General del PSOE, un proceso que inicialmente se iba a realizar a la vieja usanza, un congreso extraordinario de delegados. No en vano, el Secretario General saliente ha hecho numerosos esfuerzos, en los últimos años, para evitar que este proceso de elección se haga por el voto directo de todos los militantes. Esfuerzos que no tenían otro fin que garantizarse un mayor control cuando llegara la hora de elegir a su sucesor en el puesto.

Conviene recordar que también hubo numerosos esfuerzos para evitar la elección del candidato a presidente de gobierno en primarias abiertas (voto directo de todos los militantes y voto directo de aquellos ciudadanos que se declaren simpatizantes socialistas), aunque finalmente y tras el esfuerzo de muchos, el PSOE elegirá a su candidato a la Presidencia del Gobierno de España a través de este sistema.

Todos coincidimos que el sufragio universal es una de las características más importantes de cualquier sistema democrático ya que sobre él se sustenta uno de los derechos más importantes, él de poder elegir a quien dirige. Difícilmente se puede presumir de ser un partido democrático si los líderes del mismo no son elegidos a través de sufragio universal.

martes, 10 de junio de 2014

Al servicio público

Ya parece que ha pasado el tiempo de insultar y vituperar a los funcionarios y empleados públicos. Ya no se les llama vagos y rémoras de la sociedad, apoyando mentiras como la de que somos el país del mundo con mayor ratio de funcionarios y empleados per cápita. De hecho, según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la ratio de funcionarios y empleados públicos versus población activa empleada en España es inferior a la media europea. En el momento en que comparamos estas cifras con la de la población real el porcentaje español baja considerablemente. De hecho, España se encuentra a la cola de Europa en el número de empleados públicos en la ratio de trabajadores por habitante (uno por cada 15). Total, ya se ha conseguido empobrecerles considerablemente, como al resto de la sociedad, pero se podían haber ahorrado los insultos esos mismos que se quejan del scraching.

Por supuesto que, como en todas partes, hay trabajadores que no hacen bien su trabajo, ya sea por desinterés o por mala gestión de sus responsables, esto sucede igual en la empresa privada.

En este punto creo conveniente diferenciar entre los funcionarios y los empleados públicos. Los primeros han debido superar unas oposiciones, que no son fáciles de aprobar, para ganar su plaza. El objetivo fundamental de un funcionario es garantizar que la administración pública funcione, con independencia de quien gobierne. Para que un funcionario pueda ser independiente debe tener garantizada una cierta estabilidad, tanto económica, como en la conservación de su puesto de trabajo, en caso contrario la dependencia de sus jefes, los políticos, puede llegar a poner en peligro el correcto funcionamiento de nuestras administraciones y no podemos olvidar que su objetivo fundamental es estar al servicio de todos los ciudadanos.